Fotografia y arquitectura son inseparables a la hora de explicar un edificio. La fotografía es un recurso imprescindible dentro del mundo de la arquitectura. El fotógrafo de arquitectura trata de captar los espacios creados por el arquitecto y explicar cómo se relacionan con su entorno más inmediato. Ya sea la relación entre un edificio y la ciudad, por ejemplo, o la relación entre el interior y los elementos que contiene.
Además, el reportaje de un proyecto, es la muestra de que una vez fue suyo, de quien lo pensó, diseñó y creó.
Para ello es muy importante que el fotógrafo se reúna con el arquitecto para que le explique su obra y así, él también pueda llegar a comprenderla y le resulte más fácil fotografiarla para transmitir el origen de la misma, lo que en un primer momento inspiró al arquitecto a diseñarla.
A continuación citaré los que, para mí, son los 3 imprescindibles en fotografía de arquitectura a nivel técnico.
- Lo más importante en fotografía, ya sea del tipo que sea, es la luz. Sin luz no hay foto. Por este motivo el fotógrafo debe saber aprovecharla y sacarle el máximo partido. Con ella podrá plasmar la vivienda, edificio o la obra arquitectónica que vaya a fotografiar llegando a transmitir diferentes sensaciones de la misma según una luz u otra. En el amanecer y el atardecer las sombras proyectadas por el sol se conseguirán más suaves por su posición. En cambio, en las horas centrales del día se captarán las sombras más duras y definidas al recibir la luz del sol de manera más cenital. El realizar las fotografías de exterior, en una estación u otra del año también producirá un efecto diferente por la inclinación del Sol respecto a la Tierra.
- Otro de los puntos clave en fotografía de arquitectura son las verticales y los puntos de fuga. Las verticales, además de estar rectas, deben estar perpendiculares al suelo. Es muy común hacer uso del objetivo angular para este tipo de fotografía debido al tamaño de los protagonistas de nuestras fotos, pero si no recurres a un objetivo descentrable, tendrás un gran trabajo de postproducción para enderezar sin deformar la construcción fotografiada
- Y por último, el trípode. Quitando las fotos artísticas que puedas hacer de detalle, la fotografía de arquitectura se caracteriza por el uso de diafragmas cerrados que permitan mayor profundidad de campo para que todo salga enfocado, de ahí que la velocidad de obturación sea lenta y necesitemos del trípode para que no salga movida. A veces puede llegar a ser tan lenta la velocidad de obturación por la escasez de luz que un disparador no vendría mal.
Estos consejos serían los básicos para realizar un reportaje fotográfico de arquitectura pero habría que tener en cuenta también otros como mirar el tiempo meteorológico que va a hacer el día que se pretenden hacer las fotos, un nivelador para la cámara para evitar inclinar un poco la cámara y que caiga el horizonte,…
Estudiar reportajes fotográficos en webs de arquitectura, en revistas especializadas o de fotógrafos conocidos también ayuda a mejorar dando ideas de qué punto de vista tomar, el encuadre, la decoración, …