Durante los últimos años, la provincia de Castellón ha pasado de ser un destino turístico emergente a consolidarse como uno de los mercados inmobiliarios de lujo con mayor proyección de crecimiento en el Mediterráneo español.
Su combinación de entorno natural, calidad de vida, conectividad y precios competitivos frente a otras zonas costeras la convierte en una alternativa estratégica para la inversión hotelera y residencial de alto nivel.
En CEL-RAS, hemos observado esta transformación de primera mano. El aumento en la demanda de viviendas premium y el interés por proyectos hoteleros sostenibles evidencian un cambio profundo en el perfil de inversión en la provincia.
A continuación, analizamos las claves de este fenómeno y cómo la arquitectura contemporánea puede contribuir a potenciarlo.
Turismo en crecimiento y visitantes de mayor poder adquisitivo
Castellón lidera actualmente el crecimiento turístico en la Comunidad Valenciana, con un incremento sostenido de visitantes durante 2025.
Pero más allá del volumen, destaca el cambio cualitativo: los ingresos hoteleros han aumentado entre un 16 % y un 19 %, impulsados por un perfil de turista que busca experiencias exclusivas, alojamiento de calidad y bienestar integral.
El turista internacional gana protagonismo y deja un gasto medio más alto, consolidando una tendencia que refuerza la base para un mercado hotelero y residencial de alto valor añadido, capaz de sostener inversiones rentables y sostenibles a medio y largo plazo.
Crecimiento de la oferta hotelera premium
El reposicionamiento turístico de Castellón se refleja también en su oferta hotelera. Más del 65 % de las plazas disponibles pertenecen ya a hoteles de cuatro estrellas, evidenciando la evolución del destino hacia estándares de mayor calidad.
La renovación de establecimientos, la llegada de nuevas marcas internacionales y los elevados niveles de ocupación anticipan una etapa de consolidación del segmento high-end.
Para el sector de la arquitectura y el diseño, este contexto abre la puerta a proyectos hoteleros centrados en eficiencia energética, sostenibilidad e integración con el paisaje.
El residencial de lujo como palanca de revalorización
El auge del turismo de calidad está impulsando un mercado residencial más sofisticado. Cada vez más inversores nacionales e internacionales buscan viviendas premium en Castellón, tanto como segunda residencia como inversión en alquiler turístico de alta gama.
La conectividad con grandes ciudades, la baja densidad urbana y un entorno natural privilegiado refuerzan la idea del lujo tranquilo: espacios donde la privacidad, el bienestar y la autenticidad mediterránea definen el nuevo estándar de exclusividad.
Las villas premium ya son una realidad
Actualmente, Castellón cuenta con más de un centenar de villas de lujo con valores superiores al millón de euros. El precio medio en zonas costeras se sitúa entre 2.400 € y 3.000 €/m², manteniéndose atractivo frente a otros destinos del Mediterráneo como Alicante o Málaga, donde estas cifras pueden duplicarse.
Este mercado en crecimiento ofrece un amplio margen de rentabilidad para desarrolladores, family offices y fondos inmobiliarios enfocados en el segmento de lujo.
Municipios costeros con alto potencial de inversión
El eje costero formado por Benicàssim, Alcossebre y Peñíscola concentra la mayor parte de la oferta inmobiliaria premium. Estos municipios combinan paisajes naturales, calidad arquitectónica, servicios exclusivos y conectividad internacional, convirtiéndose en puntos clave para nuevos proyectos hoteleros y residenciales.
Benicàssim, en particular, ha experimentado un notable incremento en los precios, alcanzando hasta 4.000 €/m² en zonas como Voramar o Terrers, impulsado por la demanda de propiedades de 140 a 300 m² con jardín y piscina privada.
El verdadero valor de Castellón no reside únicamente en sus cifras de crecimiento, sino en su modelo de desarrollo sostenible y equilibrado, que conjuga rentabilidad con respeto por el territorio. Este enfoque está dando forma a una nueva manera de invertir y construir, más consciente, más integrada y con un fuerte componente de diseño.
Para arquitectos, promotores e inversores, la provincia se está consolidando como un laboratorio real de oportunidades, donde el diseño, la sostenibilidad y el entorno natural convergen para generar valor a largo plazo.
Desde CEL-RAS, vemos en este contexto la ocasión perfecta para redefinir la arquitectura del lujo mediterráneo: espacios que promuevan el bienestar, valoren los recursos locales y conviertan la calidad de vida en el eje central del valor inmobiliario.